lunes, 13 de abril de 2009

Caos visceral

Precisamente necesito una de las dos cosas: o no tener que olvidarlo, o conseguir olvidarlo. Y ninguna de las dos cosas es posible. Siento que todo lo que hablo contigo, y todo lo que intento que me expliques, es tiempo perdido, porque nada tiene explicación. Siento que soy imbécil al estar un día alegre y decir cosas que al día siguiente han perdido toda lógica. Siento que te necesito y siento que no te tengo, y que no tenerte me hace daño, y alejarme para olvidarme me destroza, y acercarme para llenarme me destruye. Siento que no paso tiempo contigo y me hiere, y que cuanto más paso más necesito y más me hiere, pero si intento no pasarlo me acaba doliendo más que de cualquier otra forma. Por momentos siento que todo esto tiene sentido, pero en otros sé que no lo tiene y cuando me doy cuenta de que es así, ya no quiero saber nada, porque sencillamente no quiero sufrir. Siento que las promesas van a tener valor, pero cuando el tiempo las desgasta, aunque sea cuestión de un mísero instante, me falta el ánimo para cumplirlas. Siento que tus sonrisas alegres, tus miradas risueñas y tus gestos comprometidos me llenan, y siento que las mías también te llenan, pero por momentos dudo y eso me hace sentir miserable. Siento que en cada instante tengo dependencia de ti, y la duda de si te pasa lo mismo me corroe las entrañas hasta el punto de que cuando me olvido de esa dependencia, aparece una extraña sensación de tristeza, un vacío sordo que viene a demostrarme que debo pensar en ti. Siento que todo lo que hemos pasado en este tiempo es lo mejor que me ha ocurrido en la vida pero siento que quizá acabe siendo de las cosas mas tristes que recuerde, en vez de las más felices, y cuando no es así me persigue la sospecha, un miedo remoto, de que mi alegría es infundada. Siento que mentirte para no pasarte mis problemas no es la solución, pero tiras de mí y acabo haciéndolo, y sintiéndome mal porque sé que te voy a contagiar todo lo que me pasa y eso es francamente egoísta, pero siento que si no lo hago estoy en deuda contigo porque cuando a ti te pasan cosas malas me las cuentas y yo sufro, y es como si existiera una simbiosis entre nosotros en la que las penas se transmiten y las alegrías se comparten. Siento que todos los esfuerzos que he hecho este tiempo por estar bien contigo se van a venir abajo, porque nos hemos enredado en un bucle que no nos deja escapar y ya no somos capaces de hablar de otra cosa que no sea nuestro propio dilema, nuestra reiterada miseria, y cuando lo hacemos es sencillamente para acabar juntos de nuevo, como dos mendigos, llorando solos y tristes por la maldición que tenemos encima. Siento cada poco que nuestra historia se acaba, que toca a su fin, pero de pronto recuerdo que hemos pasado tantas cosas y siento que es imposible que esto acabe con todo. Siento que te quiero demasiado, y que me encanta mirarte, y estar contigo, y hablar contigo, y me encanta cuando no podemos vivir el uno sin el otro, pero sé que eso no es bueno porque a pesar de que me llena… de que me hace sentir feliz, la carencia posterior, la ausencia de todas esas fuerzas acaba conmigo. Y sé que escribirte todo esto según sale de mi cabeza va a servir, en el mejor de los casos, para que te des cuenta de lo que pasa claramente y sin rodeos, pero tengo la vaga sensación de que ya está todo más que claro, y me duele exageradamente sentir que, en el fondo, no servirá para nada.

2 comentarios:

Ελισσα G∅² dijo...

como ya te dije: me gustó muchísimo!!! =)

Anónimo dijo...

Me gustaría que me permitieras copiar este texto en mi blog. Con Link y autor incluido claro. Es que soy realmente mala redactando textos y este escrito esta muy bien a mi parecer, además de sentirlo muy cercano. Espero tu respuesta.

Leí tu tesis de abajo tambien. El amor es una enorme bola de nieve rellena de caos. No duele hasta que esta toda encima de tí.