domingo, 8 de febrero de 2009

Cuentacuentos: El tiempo es el héroe.

El tiempo vino a decir que las palabras no eran tan fuertes.
No quiero reflejos que me engañen. No quiero mentiras que contaminen el valle.
Un soplo de aire fresco, de brisa nocturna dijo no al fatigoso miedo. No a la azarosa vida ni a la azarosa muerte.
No a las arenas movedizas. No a los volcanes de motivos en erupción.
El tiempo pone a todo el mundo en su lugar. Amenazas, suspiros o delirios de grandeza no son nada. ¡Ding-dong! Todos nos creímos en algún momento lo que nunca llegamos a ser. ¡Ding-dong! reproches sin motivo, motivos sin reproche. Frases varias pensadas bajo el influjo de sangre muerta.
Los murciélagos a medianoche aletean ciegos y locos. Las águilas se estudian extremando precauciones. La experiencia repetitiva de las hojas hace que vuelvan a caer. Los zorros persiguen a los ratones. Y tu…
Haz como si no existiese. ¡Ding-dong! Todo lo que se guardó quiere ser expresado en un momento y se vomitan las palabras. ¡Ding-dong! Miedo social. ¡Ding-dong! La sombra de las luciérnagas.
Hazte el valiente.
Hazte la interesante.
Celos. ¡Ding-dong!
Úsanos como reproche. No busques que hable ni esperes que piense que acaba la noche. ¡Ding-dong! ¡Despierta!
Sueños rotos, ilusiones perdidas, desaparecidas doncellas. Fuegos artificiales que deslumbran a las estrellas.
Bésame.
Muérete.
Miedo por omisión de explicaciones socorridas. Discurrida disculpa de lágrimas absurdas. No te conozco. Se ha parado el reloj y el mundo ya no es lo que era. ¿Quién me miente?
Veo el gris del silencio de un gato. Pero no se le escapa un maullido. Mi aullido es más fuerte. Porque no hay tic-tac. Hay ¡Ding-dong! Una y otra vez.
Y no, no amanece. Y las cosas empiezan a ser redundantes. Pócimas rezumantes de niebla al alba. Mentiras religiosamente diagnosticadas. Propensión a la lluvia de miedo.
No habrá subastas al amanecer porque no habrá amanecer.
No habrá amanecer.
¡Ding-dong! Las agujas del reloj no suspiran. Ha muerto el pulso de su compás insonoro. Tampoco oigo el compás de mi corazón.
Nunca estarás de acuerdo en que ambos teníamos razón. ¡Ding-dong!
Tonterías en la memoria de un loro. Frases sin sentido. Sentidos dormidos. Dormidos suspiros que matan tu vida. Tú haces la tuya y yo hago la mía. ¡Ding-dong!
Don dinero. Olvídate de que te deba promesas. Porque es tarde. Desde aquí, sentado en el campanario, la luna me dice lo que es cierto.
El tiempo es el héroe. Las doce campanadas lo demuestran, una vez más.
Ya no te quiero. La quiero a ella por su verdad. Porque ella está cada noche. 
Ahí, pequeña o grande, pero impasible. Sin necesidad de reproche. Sin reproche de necesidad.
Desde el principio y hasta el final.
Si no amanezco mañana, pregúntale al sol.

¡Ding-dong!

9 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Está muy bien! A ver si algún día se conjugan mis ánimos con el tiempo disponible y puedo participar yo también en el cuentacuentos.

Por cierto, creo que te gustará esta página, echale un vistazo ;)

ociozero.com

Isi G. dijo...

Me gusta muchísimo tu texto^^

Besotes!!!!!!!!1

Rebeca Gonzalo dijo...

Como siempre no dejas de sorprenderme. Me ha parecido una especie de juego de palabras, en el que cada una tiene un peso específico, con esas doce campanadas de fondo... En fin, un legado al pasar del tiempo y el repaso por toda una vida. ¡Formidable!

Dama Blanca dijo...

Sólo se me ocurre una cosa que decirte, a ti, porque el autor hace el texto y no al revés:

Eres poesía.

Ελισσα G∅² dijo...

¡Fidel! estuve media hora pensando en qué escribirte pero...
¡no tengo palabras para describirlo...!

como bien dice "Dama Blanca";
¡eres poesía!

aunque yo no entienda lo suficiente como para juzgar, me gustó mucho -entre otras cosas- lo de las campanadas y esa frase que dices al principio y repites al final: "[...]Sin necesidad de reproche. Sin reproche de necesidad[...]"

¡¡Muchos besos y que sigas escribiendo tan bien como lo haces!!

te seguiré en tus escritos ;)

Miguel Ángel Cabo Galguera dijo...

Me recuerda al mismo tiempo: caótico.
En realidad está genial. Rápido, trepidante y quizás un pelín confuso, pero genial.

(avisa al de la revista: sección de crítica literaria :P)

JUACO dijo...

Muy bueno el cuento y tu blog. Te felicito.
Que se fastidie don dinero, ella siempre está y don dinero nunca está, no te puedes fiar de él.
Un saludo.

Estamos en contacto.

Fernando García-Lima dijo...

Gracias por la visita! Y (comentario de abuelo) lo haces muy bien: no dejes de escribir; no olvides que lo importante está siempre por encima de lo urgente.

.Amazonica dijo...

Bonito texto y el blog tambi´´en muy lindo. Voy a pasarme a menudo por aquí ^^
saludoss!!