Me recojo entre las mantas otra tarde a deshora.
Siempre la lluvia, siempre noviembre;
son ellos los que quieren ser poetas.
Siempre parece la última vez que caigo en sus manos,
pero no lo es.
Soy un niño que se esconde y sumerge sus oídos
para escuchar solo lo que siente:
literatura.
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